The Oxford Murders
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Parece que paso una eternidad desde aquel Alex de la Iglesia que dirigía con tanta profundidad un guión tan simple como el de Mirindas Asesinas. Definitivamente el autor ha madurado profesionalmente una inmensidad, pero lamentablemente al mismo ritmo se fue encasillando en el comercialismo estándar que el mercado requiere.
Tranquilos, a no preocuparse, sigue existiendo un Tubular Killer dentro del director, que en The Oxford Murders sale a la luz en sucesivas oportunidades, tal es el caso de la escena en que se supone que transcurre el asesinato de la Sra. Eagleton. En esta escena la cámara hace un seguimiento en que aparecen todos los sospechosos, sin saber hasta ese momento que lo son y se acerca a la Srta. Beth hasta llegar a un primer plano impresionante que hace recordar la esencia de El Día de la Bestia de una manera formidable, y definitivamente no quedan dudas… es Alex de la Iglesia.
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La trama es por demás interesante, aunque en repetidas ocasiones se torna sumamente intrincada y enredada en el paralelismo entre los términos filosóficos con los que se manejan alumno y profesor, y el seguimiento de los asesinatos que quizás por darle un sentido más profundo a una simple historia policíaca termina por hacer perder a más de uno el hilo de los sucesos, y en especial el hilo que relaciona la ambivalencia de los conceptos escolásticos con el argumento central del film, lo que hace que extrañemos de sobremanera las historias simples que solía manejar Alex, que por más simple que eran nos mantenían con la intriga hasta el final.
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Las actuaciones tampoco incluyen en su totalidad la genialidad a la que nos tenía acostumbrados el director. Es bastante destacable la actuación de un secundario, por lo menos para mí hasta ahora desconocido: Burn Gorman (Podorov). Un actor que de verdad me sorprendió robándose todas sus escenas, aunque no estoy seguro si fue porque el personaje le calzó justo o simplemente es un actorazo. Quién también cuenta con una actuación formidable es John Hurt en el papel de Seldon, un personaje que si bien tiene la fuerza suficiente como para hacer resaltar a cualquier actor la discreta actuación de Hurt no pasa por menos. Con un menor papel, Julie Cox en el lugar de Beth tiene pasajes realmente asombrosos y es una verdadera lástima que no haya contado con mas minutos en pantalla. La gran decepción, es otra vez Elijah Wood, un actor que parece no poder despegar, ni demostrar lo que quiere eligiendo este tipo de películas. No se encuentra una gran diferencia entre este inexpresivo estudiante americano que viaja a Inglaterra, con aquel que alguna vez pudimos ver en Hooligan y la química que hay entre él y su musa Lorna (Leonor Watling) es la misma que hay entre dos pingüinos fuera de la etapa de celo en invierno. Elijah, el punto más bajo de la película.
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El uso de la cámara como elemento narrativo es fundamental en este film y algunos primeros planos son realmente para ser aplaudidos de pie. La fotografía es aceptable, aunque viniendo de Kiko de la Rica, la verdad hubiera esperado algo más. El sonido no es realmente algo para destacar convirtiéndose en un componente más en el desarrollo narrativo que no resalta de ninguna manera.
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Estamos en presencia de una buena película policial, que por momentos, en vano, trata de ser algo más profundo, cayendo en una innecesaria red de conceptos filosóficos. El debut de Alex de la Iglesia en el cine anglo no es, ni mucho menos, el punto más alto en su carrera. Sin embargo es destacable que el paso al cine máximamente comercial, no le quito su esencia y eso es algo que esperamos ver en abundancia en sus próximos rodajes.
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Lo mejor: La cámara como elemento narrativo, la actuación de Burn Gorman.
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Lo peor: La actuación de Elijah Wood, la trama innecesariamente enredada, se esperaba más.
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Dirección: 7
Guión: 6
Actuaciones: 5
Fotografía: 5
Sonido: 5
Maquillaje y vestuario: 5
The Oxford Murders: 5,5
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